Después queríamos pintar como lo hizo Van Gogh, y elegimos La noche estrellada, concretamente el cielo, para pintarlo con pinturas azules. Primero realizamos trazos azules en espiral, y para simular la pintura de Van Gogh, con palillos, raspamos por encima. Alrededor de estas espirales realizamos trazos con otro tono de azul, y finalmente, con el amarillo, dibujamos pequeñas estrellas. Mirad,
mirad: